Hace unos meses, unos amigos me presentan un cigarrillo algo
extraño el cual no echaba humo real, no olía a tabaco quemado, y por supuesto
no era un cigarrillo…. Lo probé, tosí varias veces y dije naaa...
Me explicaron, tantas cosas que ni recuerdo, pero al fin y
al cabo me convencieron con una frase, no hace tanto daño…
Fui a la tienda y compre mi primer kit de vapeo:
- Una batería ego-t upgrade, "una muy buena batería"
- Compré el tanque Tabac 3 ml, que no es tan bueno para mi gusto
- Líquido (no recuerdo cual) pero con un golpe fuerte y un sabor dulce. 1.8% nicotina
Empecé a vapear…
Probé muchos líquidos, los dulces como el RY4 de Joyetech, el Tennessee Cured de Johnson's Creek, los mentolados como el Solstice hasta los secos como Silverthorn, Mab etc.
Al final me di cuenta que el placer de vapear, no se asemeja
en nada a fumar cigarrillos, si buscamos un símil seria parecido al fumar
puros, esto porque no te casas con una marca, tipo o sabor especifico, sino que
buscas probar nuevas opciones… Cambia también tu paladar y tendencia con la
experiencia.
Cambian tanto tus gustos que hasta por cambiar de
claromizador te da unas sensaciones distintas, imaginen qué tan variado es este
nuevo mundo aún por descubrir
Después de muchos líquidos comprados, resistencias quemadas
y una batería rota (fruto de una noche increíble, pero esa es otra historia)
hoy estoy vapeando JC Original de Johnson Creek y el Tribeca de Halo, dos
sabores exquisitos… hasta ahora.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario